Dicen las leyendas mitológicas que estas mujeres eran profetisas, pitias, adivinas, las del oráculo. Que tenían los dones para conocer el futuro. Que caminaban descalzas para conectar con la madre tierra. Que expresaban profecías en versos. Que conectaban con estados de trance.
Esta energía simbólica me atravesó al venir al mundo y de alguna forma siempre me ha acompañado profundamente.
Nacida en el Sur-Este de la península Ibérica, el olor a mar ha sido casa para este cuerpo.
Desde bien pequeña he estado en contacto con el arte, la danza, las historias, las canciones y las palabras.
Siempre supe que mi canal más potente de comunicación y guía era el cuerpo. Entiendo lo que los cuerpos expresan. Puedo sentirlo, lo veo y parte de mi llamado es acompañar a personas y grupos en estos procesos.